El pasado viernes, en la casa del Concejo de
Arévalo y dentro de las II Jornadas de Medio Ambiente, tuvo lugar la
conferencia que con el título de “Territorio, población y patrimonio cultural”,
impartió Juan Carlos López Pascual, presidente de la Asociación de Cultura y
Patrimonio, La Alhóndiga de Arévalo.
En su interesante charla hizo un repaso de los
distintos territorios de la comarca: Moraña sur, Moraña Norte, Moraña Sierra y
Tierra de Arévalo, haciendo especial hincapié en la tendencia poblacional
decreciente de la inmensa mayoría de los pueblos. Desde la década de los años
60 para acá se ha producido un importante descenso poblacional que no ha sido
absorbido por Arévalo, único municipio que tiene una clara tendencia
ascendente.
Así municipios como Fontiveros han visto
mermar su población a la mitad o Madrigal en más de dos mil habitantes.
Especialmente llamativo es el caso de Martín Muñoz de las Posadas que ha pasado
de 1700 habitantes en los años 60 a los 375 con que cuenta en la actualidad.
Otros pueblos como Tiñosillos o Martín Muñoz de la Dehesa tienen un
comportamiento anómalo ya que han mantenido la población o, incluso la han
aumentado en las últimas décadas.
Juan Carlos López Pascual durante su intervención.
Esta pérdida de habitantes se traduce en una
menor densidad de población y la despoblación y envejecimiento generalizado que
sufren la mayor parte de los municipios de la comarca. Puso varios ejemplos de
cómo el abandono va acabando con la vida de los pueblos según van pasando los
años: Villar de Matacabras es el último pueblo despoblado de la comarca y es
fácil de adivinar cuál será su futuro si lo comparamos con las ruinas de
Honquilana, abandonado en los años 70, u otros despoblados como Astudillo,
Yecla, Piteos o Bodoncillo, según los años transcurridos: un torreón, una pared
o tan solo trozos de tejas o de ladrillos difuminados por el territorio.
Lo más preocupante de esta despoblación es
que bastantes pueblos con menos de 100 habitantes correrán la misma suerte que
los ya nombrados, Blasconuño o Donvidas pueden ser los siguientes como no se
haga algo de forma urgente para asentar población y atraer habitantes jóvenes y
con niños. Con lo que supone de pérdida de tradiciones y patrimonio cultural y
artístico.
Después de la Charla se abrió un interesante
coloquio en el que se apuntaron algunas mediadas que deberían adoptarse tales
como fijar la población a través del asegurar el cultivo de la zona, industrias
de transformación de los productos primarios que aquí se generan o
alimenticias. Poner en su justa medida el patrimonio cultural, especialmente el
arte mudéjar, del que se llegó a decir que debe ser merecedor de declararse
Patrimonio de la Humanidad. También la educación, empezando por los niños, para
que sepan valorar y apreciar su territorio. O la necesidad urgente de fijar
población joven en edad de tener hijos y que los puedan educar en sus pueblos,
asegurando servicios básicos como empleo, sanidad o educación.
Algunos momentos del coloquio:
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